jueves, 31 de enero de 2008

Querido Perez-Reverte...

El que tú ahora, querido Arturo, vendas menos libros, no es un problema de la educación que reciben los jovenes. Más bien es un aviso al que escritorzuelos como tú deben estar atentos.

Arturito, te has forrado a base de escribir Alatristezas y MarcialaFuentEstefanias varias, y eso ahora, por lo que se ve, ya no cuela.

En ese mundo tardofranquista en el que dices que te criaste y aprendiste a ser un intelectual de la talla de Alvaro Pombo y Francisco Rico, en ese mundo, digo, sólo teníais acceso a la cultura cuatro gatos y, además, por lo que parece, habéis resultado ser pardos.

Todos sabemos que la enseñanza está mal, pero te pediría que me contaras, a tu parecer, cuándo la enseñanza a estado bien y, no sólo en España, sino en cualquier lugar del mundo.

La enseñanza es y será, la enseñanza. Un millón de malos profesores guiados por pautas gubernamentales, con escasa vocación, mal pagados, hastiados de bregar con los chavales y, por otro lado uno, únicamente un profesor, o dos, de los que te acuerdas siempre. Esos uno o dos son los que realmente enseñan algo. Esos uno o dos son los maestros. Y son muy escasos, ya ves, uno, o dos, entre un millón.

Ahora. Escritores como tú, o como el insigne Alvaro Pombo. De esos querido. Los hay a patadas.

Vosotros sois la verdadera lacra de la enseñanza. Vosotros. Intelectuales de medio pelo, emborronacuartillas, falsos profetas, que hacéis el Agosto publicando librelos, cobrando derechos de películas para ver si os metéis en el mercado norteamericano, que tanto rechazais. Vosotros sois, en definitiva, Los Malos.

Nada más que decirte, R2D2. Sólo, y para terminar, una cosa. Cuando tengas ganas de criticar abiertamente un tema general como el de la enseñanza, no te olvides nunca de meterte la espada de alatriste por el culo durante unos minutos. Así lograrás estar más templado y calmo. Si no te gusta la idea, pues nada, te vuelves a tu trabajo de corresponsal de la noticia.

Lecter.

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